Mario es un niño de once años que quiere salir adelante en sus estudios de primaria en medio de la pandemia y pese a las limitaciones económicas, aunque eso represente deshacerse de sus pertenencias más valiosas: sus juguetes.
Cursa el sexto grado de primaria como la mayoría de los niños en el país, desde su hogar a través de la televisión e internet; sin embargo eso le ha representado un problema.
Mario, a inicio del ciclo escolar, utilizaba el smartphone de su mamá y así pudo mantenerse al corriente, pero se comenzó a complicar, porque la señora Prudencia Lara usa el teléfono para vender baguets integrales y tenis.
“Se lo prestaba al inicio, pero el celular me ayuda mucho al trabajo, le ayudo a una persona a vender tenis y también así me piden baguets”, explicó la mamá de Mario, quien vive en la colonia Primero de Mayo, en Ciudad Madero.
Esto motivó al niño a tomar una decisión porque no se quiere quedar sin estudiar, por eso optó por poner a la venta su colección de vistosos juguetes, sin duda su precisión más preciada.
Decidió colocar sus juguetes sobre una mesa de plástico instalada frente a su casas y acomodó sus juguetes, la mayoría figuras de acción de la serie Max Steel y superhéroes.
Entre Batman, Spiderman, Guasón, figuras de Star Wars, Monster Inc, algunas pistolas y carros, su figura favorita es un Elementor Tierra, uno de los tantos enemigos de Max Steel.